LA SANTA IGLESIA ORTODOXA
AUTENTICA IGLESIA DE CRISTO
QUINTO CONCILIO ECUMENICO
Siendo Emperador Justiniano I, fue convocado el Quinto Concilio Ecuménico, el segundo en Constantinopla, en el año 553. Sus debates y definiciones fueron redactadas en ocho actas en latín y cinco en griego. El número de Padres reunidos fue de ciento sesenta y tres. Destacaron entre ellos: Minas, Eutiquio, Patriarca de Constantinopla, y Virgilio, Obispo de Roma, que se encontraba en Constantinopla, aunque no asistió a las reuniones ni personalmente ni por delegado, pero por medio de una circular aceptó todo lo declarado. Entre los que asistieron a este Concilio se hallaban Apolinar, Obispo de Alejandría, Domno, Obispo de Antioquía y los obispos Dídimo y Evagrios como Representantes de Eustacio, Obispo de Jerusalén.
Este Concilio condenó lo escrito por Diódoro, Obispo de Tarso, y Teodoro, Obispo de Mopsuestia, separándolos de la Iglesia conforme a lo dicho por Focio. Condenó también la enseñanza de Orígenes y de Evagrio, quienes dijeron que las almas fueron creadas antes que los cuerpos y que cuando alguien muere, muere el cuerpo, pero el alma sigue viviendo y se traslada a otro cuerpo, así como también, que los sufrimientos del infierno no son eternos, que los demonios recuperarán el honor y la gracia angelical que tuvieron antes de su caída, y que las almas en la resurección van a resucitar sin el cuerpo, como también que los ángeles tienen alma, así como otras doctrinas equivocadas.
También fueron condenadas las enseñanzas de Eutiquio, de Severo y Pedro, Obispos de Apamia y Zoras.
Este Concilio no dictó cánones, sino catorce condenas en contra de los herejes, así como veinticinco en contra de los seguidores de Orígenes.