LA SANTA IGLESIA ORTODOXA

AUTENTICA IGLESIA DE CRISTO


            TERCER CONCILIO ECUMENICO

El Tercer Concilio Ecuménico fue convocado por el Emperador Teodosio en la ciudad de Efeso, en el año 431, con asistencia de 150 Obispos. Fué presidido por Cirilo, Obispo de Alejandría, que también representó al Papa Celestino de Roma, con el encargo de hacer cumplir su condena contra Nestorio.

La herejía de Nestorio, Obispo de Constantinopla, consistía en dividir la Persona de Cristo en dos. El Papa Celestino, informado por Cirilo de Alejandría, condenó a Nestorio, dándole un plazo de 10 días para arrepentirse, de lo contrario quedaría excomulgado y despojado de todos sus grados sacerdotales. Nestorio rechazó, también, llamar a María: Madre de Dios. Siendo Obispo de la Capital tenía mucha influencia; y por su apareciencia de piedad, pudo mantener a su alrededor buen número de Obispos; aprovechó su ascendencia sobre Teodosio el Pequeño para ocacionar disturbios entre el pueblo, por lo que hubo necesidad de convocar el Concilio. El problema entre Cirilo y Nestorio hizo que muchos de los Obispos que no tenían buenas relaciones con Cirilo, entre ellos Juan, Patriarca de Antioquía, prefirieran a Nestorio, constituyéndose en una amenaza para el Imperio al dividir al pueblo.

Estando presente Nestorio en el Concilio, se leyó el decreto del Emperador, en el que explicaba la necesidad de convocar el Concilio, especialmente para detener toda acción de condena anterior; fue registrado en las actas y aceptado por todos los Padres con lo que quedó anulada la condena del Papa Celestino. En el decreto del Emperador se decía a los Obispos del mundo: "...por su medio confesamos y seguirimos confesando la verdad en todas partes, ellos tienen que ser los jueces de esto asunto". Así se detuvo a Cirilo, manteniéndose Nestorio en el Trono de Constantinopla hasta la decisión del Concilio, al que se presentó con todos los honores y privilegios propios de su Obispado y así pasaron los diez días dados por el Papa Celestino y muchos más. Para motivarlo a aceptar la autoridad del Concilio, fue llamado tres veces a ocupar su asiento con el título de "piadoso Obispo", puesto que estaba obligado a defenderse ante él. No aceptó asistir, envió por escrito su doctrina y se quedó en su habitación, custodiado por soldados. Terminado los debates conciliares se concluyó que su doctrina no era congrueente con el Símbolo de la Fe de Nicea. En el transcurso de las sesiones llegaron los Representantes del Papa Celestino, los Obispos Arcadio y Profacto y el sacerdote Felipe, quienes participaron en la segunda sesión.

Tres fueron los enfoques de este Concilio:

a) La necesidad de condenar a Nestorio por un Concilio y no por el Papa Celestino, ya que el juzgar a una persona es atribución de los Padres.

b) Decidir hacerca de si la doctrina era correcta o herronea.

c) Que las decisiones del Concilio eran la última palabra.

Tales fueron las características de este Concilio, lo que implicaba que una vez dada sus resoluciones ya no habría lugar para rebatir o sacar otras conclusiones, sino solo su complimiento. Las copias de estas actas fueron enviadas a Roma. Nestorio fue depuestos, entronizando a Maximiano en su lugar. La Virgen María fue declarada Madre de Dios (Theotokos).


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